lunes, 17 de mayo de 2010

Mecánica respiratoria e intercambio de gases en los Pulmones




La mecánica respiratoria consta de dos movimientos: Inspiración (entrada de aire ) y espiración (salida). Los capilares alveolares extraen constantemente el oxigeno del aire alveolar y eliminan el dióxidos de carbono. En el hombre, el ciclo de la mecánica respiratoria, se repite aproximadamente entre 15 y 18 veces por minuto.




Las costillas, los músculos respiratorios y el diafragma cambian de posición en esos movimientos, haciendo posible la entrada y salida de aire.




En la inspiración , los músculos costales se contraen, empujando los extremos de las costillas para arriba y afuera, al mismo tiempo que el diafragma,se contrae, pierde su convexidad y aumenta de tamaño el tórax.Como se trata de un espacio cerrado, este aumento de volumen hace que la presión intrapulmonar disminuya y cuando esta por debajo de la presión atmosférica, es cuando el aire penetra a través de la traquea, bronquios y sacos alveolares. En la espiración, el aire es expelido por los pulmones por la elasticidad de éstos y por el peso de la pared torácica. Cuando los músculos costales se relajan, las costillas retoman su posición original y la simultanea relajación del diafragma, lo que hace que los órganos internos lo empujen hacia arriba y vuelva a su posición normal.




Un hombre en reposo aspira y espira sólo 500ml de aire en cada movimiento respiratorio. No obstante, cuando esos 500ml han sido expelidos, es posible expulsar 1 l 1/2 más por contracción de los músculos abdominales.. Después de eso queda todavía un residuo de cerca de 1 litro de aire que no puede ser expelido en la respiración normal. Por lo tanto hay en los pulmones una reserva de 2 l 1/2 de aire aproximadamente, con los que se mezclan los 500 ml inspirados.


El oxígeno pasa a los alveolos pulmonares y el dióxido de carbono, en sentido inverso, simplemente por el proceso físico de la difusión: Cada gas pasa de un lugar de concentración mayor a una concentración menor. El epitelio alveolar extremadamente delgado ofrece poca resistencia al paso de los gases, y como la concentración de oxigeno en los alveolos, es mayor que en la sangre que llega a los pulmones por la arteria pulmonar, el oxigeno difunde de estos a la sangre. De la misma manera el dióxido de carbono es mayor en la sangre de la arteria pulmonar,, por lo cual difunde a los alveolos y se elimina.